Nunca pensé que este día llegaría, esta es una de las bandas
que uno cree que jamás verá en vivo ya que (hay que decirlo) por este lado del
mundo no se aprecia como se debería, eso que estos genios crean y expresan.
Y la verdad, nunca pensé que me costaría tanto escribir
sobre mi banda favorita. Es muy difícil expresar en palabras lo que sentí en el
momento en que estos músicos saltaron a escena y nos dieron, a todos los
asistentes, una de las clases de música más magistrales que cualquier ser
humano podría haber presenciado.
Este review describe según mi perspectiva el Show (en
Santiago de Chile, el día 8 de diciembre) de Magma una banda de Kobaïa Francia que con más de 40 años de una legendaria
trayectoria aterrizó en tierras nacionales para transportarnos hacia un viaje inolvidable.
Dicho viaje comienza pasadas las 20:15 Hrs, cuando suenan
los primero acordes de "Félicité
Thösz" canción del disco titulado de la misma forma, que, a diferencia
de otros trabajos de Magma, sale un
poco de la mística y la oscuridad para entregarnos sonidos mucho más alegres,
que sin vientos de bronce al igual que el trabajo de estudio dejan como
protagonista a los maravillosos trabajos vocales de Stella Vander, esposa y compañera musical del cerebro de Magma, el
tremendo baterista Christian Vander. Esta
pieza de 28 minutos nos lleva por pasajes con líneas de bajo y de piano muy
intensas además de hermosas melodías vocales que son capaces de erizar la piel
de cualquiera. Los puntos altos a mi parecer son los movimientos "Dzoi", "Teha", "Duhl",
la magnificencia de "Tsai"
donde la ejecución fue incluso mejor que en el registro de estudio. La voz
masculina de esta encarnación moderna de Magma
no flaqueó en ningún momento y se puso al nivel de las expectativas que todos
teníamos de la banda, este señor Hervé
Aknin que además fue maestro de ceremonias durante nuestra transición, en
cortas y metafóricas interacciones con los fanáticos logró un feeling super especial
que fue agradecido por todos nosotros. "Félicité
Thösz" fue una gran manera de comenzar, que nos demostró que pese a
tener poco menos de medio siglo de existencia el señor Vander aún puede crear maravillas como esta.
La segunda canción de la noche como lo explicó Aknin es una que estará dentro del próximo
registro de estudio de la banda (Sí,
todavía les quedan baterías) canción de nombre “Axïum” que por cierto fue escuchar al Magma de antaño con mucha más energía, devolviéndonos a la
vanguardia de fines de los años 60, y si todo el disco sonará como esta pieza créanme
que será un verdadero deleite.
Cuando nuestro ya citado maestro de ceremonias dijo lo
siguiente: "esta es una de las piezas fundamentales de Magma" fue
silenciado por la eufórica audiencia que ya sabía lo que venía y creo que todos
la esperábamos, se escuchaban entonces los alocados sonidos iniciales de "Mekanïk Destruktïw Kommandöh"
una notable obra de 38 intensos minutos, donde a duras penas todos coreábamos
(o al menos lo intentábamos) el inentendible Kobaïano, idioma interpretado por
los tres excelente vocalistas en escena: Stella Vander, Isabelle Feuillebois y
Hervé Aknin.
Una pieza con muchos cambios de intensidad y variaciones rítmicas
de alta complejidad, solo se podía cerrar los ojos y disfrutar el momento. Esta
pieza contiene el sonido oscuro y alocado clásico de la banda, con toques de
Psicodelia y mucho, pero mucho Prog. Los puntos altos de esta canción son: el
inicial "Hortz Fur Dëhn Štekëhn Ẁešt",
"Kobaïa
Is de Hündïn" más profunda y de avance algo más rápido y dinámico, "Nebëhr Gudahtt" que con
potentes voces al final que demuestran un verdadero frenesí musical y para mí,
lo más espectacular de esta pieza el movimiento titulado "Mëkanïk Kömmandöh" un verdadero trance, donde cerré mis
ojos y me dejé llevar por la envolvente melodía. Al finalizar esta pieza se
marcó la primera salida del escenario por parte de la banda, donde todos extasiados
aplaudimos a la maestría y a esta oda a la música de manera muy frenética,
todos estábamos de pie esperando que POR FAVOR!! lo que habíamos visto no fuera
el final.
Luego de aproximadamente 10 minutos de aplausos y gritos, los maestros vuelven al escenario del
teatro, donde tuvimos una interacción con Stella
Vander quién, en inglés, nos decía que nosotros los asistentes tendríamos
un regalo más. Y ese regalo era la inmortal "Kobaïa", canción que le da el titulo al primer álbum, a
ese planeta ficticio, y a ese idioma creado por el Gran Vander (quien no se dignó a realizar ninguna interacción con el público;
en ese sentido muy frio; ya que ni siquiera para cantar salió de su cubículo detrás
de la batería). Esta pieza tuvo como reemplazo de los bronces de viento las
voces de Stella e Isabelle. Con un avance mucho más Jazzístico
que los trabajos posteriores este
verdadero clásico de 1970 (que dio el puntapié inicial a una corriente musical
que sacó muy buenas bandas sobre todo en Francia y en varios países de Asia
llamada Zeuhl) fue la manera de dejar inmediatamente prendidos a todo el teatro
Caupolicán. Fue un final verdaderamente perfecto.
Ahora puedo morir tranquilo, a pesar de haber quedado con
gusto a poco tuve el privilegio de ver a estos extraterrestres a este culto al
expresionismo y es que magma representa a la música que viene del interior del
ser mismo, capaces de distorsionar la realidad y abrir la mente a ese afán de
experimentar sin límites. Fue una experiencia increíble, y esperaré con ansias
el nuevo disco además de una posible gira, a la que iré sin pensarlo dos veces.
Setlist:
- Félicité Thösz
- Axïum
- Mëkanïk Dëstruktïw Kömmandöh
- Kobaïa
Integrantes:
- Stella Vander: Voz, percusiones
- Isabelle Feuillebois: Voz, percusiones
- Hervé Aknin: Voz, percusiones
- James Mc Gaw: Guitarra
- Benoit Alziary: Vibráfono
- Jérémie Ternoy: Piano
- Philippe Bussonet: Bajo
- Christian Vander: Batería, voces
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